La entrevista de Juan Cruz a Pedro Solbes en El País de hoy ha sido una pequeña iluminación. El ex ministro tiene la imagen de ser una persona seria, sabia, comprometida con la izquierda pero que no se deja llevar por el electoralismo (papel que él mismo se encarga sutilmente de que caiga sobre José Luis Rodríguez Zapatero).
Ahora Solbes anda interesado en China, en viajar y leer, superando la pequeñez de la problemática española. Cabe preguntarse entonces cuáles eran sus objetivos como ministro de Economía y vicepresidente de esta pequeña nación sin importancia, que coincidirán seguramente con los de la legión de seguidores que tiene actualmente, empezando por El País.
Para descubrirlo veamos qué silla ocupa ahora. Es presidente del consejo de dirección del FRIDE (Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior). Suena bien, a sitio preocupado por altos intereses humanitarios. Es un think tank europeo –es decir, una organización dedicada a ejercer presión ideológica sobre los gobiernos y las sociedades–, filial de otro, el ECFR (European Council on Foreign Relations), que a su vez es la rama europea del CFR (Council of Foreign Relations) norteamericano.
Para saber de quienes estamos hablando informaremos de que uno de los financiadores del ECFR es el especulador George Soros y que David Rockefeller y Henry Kissinger son emblemas históricos del CFR. El objetivo de todas estas organizaciones es integrar las políticas nacionales en torno a los intereses de la elite financiera mundial con su centro en Nueva York. Esto no es una teoría de la conspiración, sino una evidencia.
Solbes, Soros, Rockefeller, Kissinger, el FRIDE, el ECFR y el CFR (podemos seguir sumando siglas y apellidos hasta cansarnos, pues la red posee el tamaño suficiente para atrapar a la humanidad) tienen cosas más gordas en las que pensar que en los pobres parados, las familias hipotecadas y las pequeñas empresas en bancarrota de este país al sol.
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